En el siglo XVII se levanta el convento de la Vera Cruz, hoy no queda sino la iglesia, la cual posee buenas dimensiones para tratarse de un templo con una sola nave. Sus muros son de gran altura, a los pies posee un coro en alto, y en la cabecera está la sacristía detrás de la capilla, que un gran arco separa el resto de la nave.
Al exterior, empleo de cantaría en las esquinas y en el gran arco de medio punto en la fachada principal, que posee además un alfiz de gran valor. La espadaña al estilo preisabelino la tiene en la parte central del frontis y posee dos campanas pequeñas.
El techo es a dos aguas.
Interiormente: la armadura es de par y nudillo sin forrar, tal vez por falta de dinero. Quedando los nudillos al descubierto.
La armadura de la capilla mayor es también de par y nudillo con limas bordón . El almizate está sin decorar, es de planta cuadrada y de cuatro faldones .
El único retablo que hay es el del Cristo de la Vera Cruz. Es un retablo de un sólo nicho y con arco rebajado, alrededor y el remate, son decoraciones vegetales y caladas. El retablo está pintado de ocre y pardo.
La imagen del Cristo destaca nada más entrar. Es una imagen barroca del siglo XVII. Esta talla es buena en cuanto a su anatomía, aunque B. Bonet dice que le falta algo de unción cristiana. Posee en el vientre y en los ojos una coloración verdosa que nos recuerda a la muerte, así como el diafragma contraído por los espasmos. Imagen esta atribuida a Lujan Pérez. Ha sido retocada mal, perdiendo así valor estético.
La cabellera desciende hasta la cintura, cayendo hacia el lado izquierdo.
El pelo le fue regalado por alguna mujer en promesa, tal vez de la misma Villa.
Se dice que al sacar el Santo en procesión imponía respeto y miedo por la cabellera, que se le alborotaba con el viento.
La cruz y lo peana son dignos de mención por su valor artístico.
Además del Cristo, en esta iglesia se encuentran dos cuadros de tamaño grande, y ambos poseen un altar.
El cuadro de la parte derecha es el de Los Desposorios de la Virgen, y el de la izquierda representa El Pentecostés. Ambas, pinturas fueron importadas en el siglo XVII, pero ambas de escuelas canarias.
Los Desposorios de la Virgen es una obra del pintor canario Hernández de Quintana, y se inspiró en una obra con el mismo tema de un pintor de la escuela granadina, como es Pedro Atanasio Bocanegra. Esta obra se encuentra en mejor esta do que la del Pentecostés.
El Pentecostés es también copia de una obra que se conserva en el Prado, se desconoce el autor de esta copia, pero sí podemos decir que es de una calidad artística inferior a la anterior, es una pintura más popular. En los Desposorios se notó un mayor dominio del color.
Ambas obras se encontraban en otro tiempo en la iglesia de S. José y en la del Espíritu Santo, hoy desaparecidas.
Se encuentra en el altar mayor, es de madera pintada en colores rojizos y verdes, pertenece a un barroco avanzado. Está formado por un semicilindro el sagrario propiamente dicho. Los laterales están formados por estípites, en la parte inferior tiene un medallón con los siete sello; y el Cordero Divino. En su parte superior posee una especie de moldura doble y retranqueada en su parte posterior. Esa moldura esta interrumpida por una semiesfera en la parte central. Es un manifestador de gran valor artístico. Su conservación es regular.
Bajando del altar central, existen don altares a los lados, están co¬ronados con los cuadros mencionados anteriormente.
Los altares son de madera policromada, uno de ellos posee un tapiz pintado en la parte central.
Púlpito
El púlpito es pequeño, es todo de madera, está adosado al muro izquierdo de la iglesia, mide unos tres metros de alto. Está policromado en tonos, dorados. Su conservación es regular. Se apoya en una columna abalaustrada con basa de piedra. La tribuna está formada por dos paneles lisos con pilares acanalados y planos. La barandilla de la escalera tiene balaustres planos, posee ocho escalones y el último es de piedra. Por su sobriedad se puede datar del siglo XIX.
El coro
Da sensación de poca solidez, debido a la delgadez de la madera.
Está compuesto el coro por tres arcos, el central es mayor que los laterales, el intradós de cada arco está formado por acanaladuras. Los tres arcos del coro asemejan a tres naves de una iglesia. Las columnas sobre las que se apoya el coro son cuadradas y son de madera hasta el piso. Poseen una base algo más ancha y alargada, se supone para soportar el peso del coro.
La escalera por la que se accede el coro es similar a la del pulpito.
Los motivos florales y calados se asemejan a los del retablo del Cristo, está también pintado de color ocre.
Pila bautismal
Mide unos 125 cm. es de piedra volcánica, su base es una columna re¬donda, melcochada con todas sus partes. La pila es circular, alrededor posee dos bandas que apenas se ven (talladas) y una especie de margarita en la parte inferior, esto vuelve a repetirse en el interior de la pila a modo de gallones incisos en la piedra.