Datos biográficos

Por Olga Guadalupe

Gracias a la minuciosa búsqueda del P. Lellis Rodríguez (1928-2002) en el Archivo de la Curia de Montevideo (ACM) y en los “Cuadernos de Apuntes de Juan Estevan Pérez Iglesias” (JEP), podemos conocer “algo más” del P. Viñoly. En su trabajo, publicado en forma póstuma, el P. Lellis nos cuenta:

“VIÑOLI, Julián
Nacido en la villa de Lanzarote, Islas Canarias, España.
Viene como diácono exclaustrado de la Orden de Santo Domingo, del convento de San Pedro mártir de la ciudad de Las Palmas de Gran Canarias, España.
Es ordenado por el obispo de Buenos Aires en aquella ciudad, junto con Estrázulas, el 18-11-1837 y llega a Montevideo del 29-11-1837.
En su documentación y ficha, hay una carpeta que dice: “Secularización del Pbro. D. Julián Viñoli despachada por el Rvdo. Sr. Vicario Apostólico en 30 de octubre de 1837”.
En ella están los siguientes documentos originales:

-7-1837. Scipión Domingo Fabrini, Encargado de negocios del Santo Padre en la corte de Río de Janeiro, remite a la prudencia y arbitrio de Larrañaga, para que si le parece, con las dispensas necesarias, le conceda a Viñoli que, mientras dure el estado que expone de su religión y provincia, pueda usar el hábito de presbítero secular, etc., etc. Además, que pueda disponer de los bienes legítimamente adquiridos. Tienen valor estas letras durante su secularización temporaria.
10-5-1837. Explica Viñoli a Larrañaga, que resolvió transportarse a esta República “protectora de todo desvalido” y le pide la perpetua secularización para recibir el presbiterado.
14-10-1837. Se dirige a Larrañaga pidiéndole el Exsequatur. Dirígese al Superior general de Justicia. Blanco. Y sigue el trámite normal.
20-10-1837. Visto el Boleto por el Supremo Tribunal de Justicia, no hay inconveniente en que se le conceda el pase, dándosele el mismo al otro día.
26-10-1837. Solicita el orden sacerdotal y pide se le examine y se le expidan las dimisorias para ser ordenado por el obispo de Buenos Aires. Se le dispone que debe ser examinado de teología y que haga los ejercicios espirituales.
El 27-10-1837 Lamas lo examina y lo encuentra idóneo para ser presbítero.
30-10-1837 Larrañaga lo absuelve de censuras a jure y ab homine y le concede la facultad de mantenerse con hábito secular mientras dure la disolución de su comunidad regular en su Provincia y permanezca en la América meridional.
Tiene patrimonio, etc. Firma: Larrañaga. Notario: Cayetano Mujica.
6-11-1837. José Barreyro hace constar que hizo los ejercicios de 8 días en la Casa de Ejercicios a su cargo.
Hay constancia de algún bautismo celebrado por él en la vice-parroquia de la Aguada, en 1838.
El 28-3-1838 le escribe a Larrañaga, diciéndole que hace 4 meses se ordenó de sacerdote y no tiene aún licencia para confesar. Que la necesita porque en campaña (de Las Piedras) le piden que lo haga.
Ese mismo día Larrañaga dispone que sea examinado por el catedrático de teología. Lamas lo examina y lo aprueba.
En el año 1837, recibe las licencias para celebrar el 29-11 y es designado como TC de la parroquia de San Isidro, en Las Piedras, Canelones.
Sigue como tal el 16-5-1851, que es cuando se le prorrogan las licencias por 6 años. Más tarde se las prorrogan (5-5-1857), pero no sabemos si seguía ejerciendo en la misma parroquia o en algún otro destino.
No hay más dátos, ni los de su fallecimiento, en el carpetín.
ACM-5, 65 – JEP 11, 108”

RODRÍGUEZ, Lellis
“Apuntes biográficos del clero secular en el Uruguay” – Montevideo, 2006. Págs. 463-464

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