Pregón de las Fiestas de Las Nieves
La Montaña 2017
Muy buenas tardes autoridades, amigos y familia. A todos y todas los aquí presentes vaya por delante mi agradecimiento por acompañarme.
Con motivo de las Fiestas de Ntra. Sra. de Las Nieves nuestro párroco D. Juan Antonio me hizo la invitación si podía ser la Pregonera. Hubo un silencio… y en mi interior dije: Oíos mío nos pones en el jardín la orientación y tú, Madre, desde la Montaña me arropas y con la grandeza del Señor, el Espíritu me ha urgido a decir «sí» y le contesté: cuenta conmigo.
Don Juan Antonio muchísimas gradas por darme la oportunidad de compartir mi experiencia de fe en este día tan entrañable. Muchos son los recuerdos que tengo en mi mente, unos con más lucidez y otros con el paso del tiempo se han ido apagando.
Nací en Máguez en el seno de una familia de diez hermanos siendo yo la número ocho, hija de ganadero y agricultor, Pablo y Dominga. He desarrollado mi infancia y parte de mi juventud en Máguez. Mi Bautizo y Confirmación en Haría, en la Parroquia de Ntra. Sra. de La Encarnación, la Primera Comunión y el Matrimonio en Máguez, en la Ermita de Santa Bárbara.
Mis estudios fueron hasta los catorce años en la Escuela, faltando mucho en tiempos de zafra. A mí me hubiera gustado estudiar pero mis padres no se pusieron de acuerdo porque no le dio estudios a ninguno de mis hermanos. Me hice agricultura, ganadera, ama de casa para el día de mañana, artesana de rosetas, costurera amañada que aprendí con Fina la de Nicolás, el de las guaguas.
Mis padres no sabían leer ni escribir pero me educaron a amar con respeto y crecer en familia. Me transmitían el fervor de la Virgen, me ayudaba hacerme la señal de la Cruz, me hablaban de Dios y me enseñaban la oración de las Cuatro Esquinitas. Cuando me ponía al pie de la Virgen yo la miraba y me parecía que con la mano me decía hasta luego.
La familia, la profesora Dña. Josefa, la Srta. Casilda y el Cura don Enrique Dorta, Párroco de Haría, me enseñaron la doctrina cristiana. Don Enrique visitaba la escuela una vez en semana y cada cierto tiempo en la Ermita de Santa Bárbara y todos los domingos a celebrar Misa. Cuando más seguido iba era el mes de mayo al Santo Rosario. Los versos, que se encargaba Ma Carmen la de Juanica y el Rosario José María, se dedicaban a Ntra. Sra. Madre.
En el pueblo no había luz eléctrica y nos alumbrábamos con el farol que lo traían los marineros de Cabo Verde. Funcionada con petróleo y cuando no se podía comprar íbamos a oscuras al rezo del Rosario y versos, que más de una vez dije los versos con el calzado mojado y partes despegado, de los charcos que te encontrabas en el camino.
El día de Las Nieves era un día especial y aunque hubiera trabajo se respetaba porque era el día de la Patrona. Mi familia, amigas y muchísimas personas veníamos caminando y con la bruma y el viento nos desviábamos de la vereda y al llegar la misa temprano había acabado. Tradición que el Municipio de Haría todavía sigue manteniendo, Venían de todos los pueblos de la Isla, así como de La Graciosa, Fuerteventura y Gran Canaria para adorar a la Virgen, pagar sus promesas, celebrar Misa, llevarles flores, velas… Por muchos actos que hubiera en los ventorrillos, parrandas, ruletas, la Virgen siempre estaba acompañada.
Tanto en la costura como en las misas, a la salida organizaba para regresar con la que más temprano se venía y así no nos cogía el sol, porque sólo era un día y queríamos aprovechar.
Que si adorar a la Virgen, que si los paseítos, que si miraditas, allí estaba mi pretendiente acompañado de su familia que son de La Villa y devotos a Las Nieves y yo, también con la mía. Seguimos con un noviazgo de tres años y continuamos adorando a Ntra. Sra. Madre. Me ha ayudado mucho en el asunto de la Fe, en las capacidades de la entrega. Nos casamos en el sesenta y siete y vivimos desde ese año en La Villa. De Párroco estaba don José Fajardo. Confieso que me costó integrarme en la Comunidad. Venir de una aldea al Municipio mayor de la Isla, antigua capital, llena de recuerdos, gestos de apretada historia religiosa, venir de una doctrina colegial. No tenía niños pero me sentía inferior con poca capacidad, las misas empezaban desde las seis de la mañana. D. José se retira por enfermedad y lo sustituye d. Cristóbal quien es destinado a otra Parroquia y es sustituido por
D. Agustín Sánchez. Inicia un catecumenado y me pregunté: Efigenia ¿crees que sirves? Así fue mi comienzo, integrándome en los distintos grupos de la Parroquia, asistiendo a la formación.
Iban llegando los hijos, que nos quedamos con cuatro y vamos por dos nietos. Sentía inquietud y me motivaba a continuar integrándome y trabajando en coordinación en lo socio-político y religioso. Con el diálogo, revisión, discutir las mayorías viendo las razones y la denuncia profética.
Quiero profundizar que alguna que otra vez he dicho en voz alta ¿es que nosotros somos diferentes a los de Madrid? y en mi reflexión me ha ayudado el mensaje evangélico. Nos dice el Padre que todos seamos uno. Y la Fe es una obediencia a la Palabra, dicho en medio de la Iglesia.
Y en la Iglesia de Ntra. Sr Guadalupe fue la maravillosa celebración de renovación del compromiso matrimonial los 50 años por d. Juan Antonio y ahí estoy con la ilusión y la esperanza de cumplir los 75 años de casada, y dejándome transformar para que no se acabe el día sin un diálogo y sin un te quiero.
Aniversario de los cien años que apareció la Virgen de Fátima en Portugal y como en Máguez estaba Ntra. Sra. de Fátima celebraron las distintas parroquias de Arrecife, Valterra, La Vega, Altavista, Santa Coloma acompañados por el párroco D. Manuel de la Vega y el monaguillo Víctor, de Máguez, disfruté recordando mi niñez, con los versos que algunas dijimos, la merienda compartida y los lazos de amistad en aquel patio de la ermita de Santa Bárbara en Máguez.
Como día del voluntario, Caritas Arciprestal organizó una salida lúdica, a la Ermita de las Nieves, y aquí con nuestra Madre, celebramos la acción de gracias y hemos salido reforzados y con entusiasmo.
Con ese entusiasmo llegamos al merendero de la Villa acompañadas de nuestro cura acompañante de Caritas de la parroquia de San Ginés, Don Miguel, nuestro párroco Juan Antonio de la Villa, como el coordinador insular de Caritas, Marcial.
Compartimos comida, chistes, rifas que llevó Sor Berta fue una gozada, alegres, contentas y agradecidas porque el Alcalde de Teguise nos brindó la oportunidad de poder disfrutar del espacio.
Así como el organizado por el Interinsular Lanzarote Fuerteventura a Casillas del Ángel, acompañadas por el Sr Obispo, D. Miguel y Párroco de Corralejo. El parroquial Ntra. Sra. Guadalupe a Fuerteventura con los distintos Ministerios de la Parroquia. Eso crea armonía la celebración participativa y con emoción. Como los Consejos Municipales de nuestro Municipio y en La Graciosa.
En la asociación de Ntra. Sra. Guadalupe de la 3ª Juventud organizando las ofrendas de alimentos para Caritas Parroquial para los que más necesitan.
La participación en las alfombras y altares por Corpus Christi, como el Belén por Navidad.
A todos los párrocos que han pasado les debo un agradecimiento por habernos formado, celebrado y compartido las experiencias, llevando nuestros compromisos con entusiasmo, alegrías y amor con los doce párrocos que han pasado por la parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe.
Han sido trece con la andadura de D. Juan Antonio los años que llevamos trabajando juntos como quiere nuestra Madre, llevar el mensaje de Dios a tantas personas y realidades que necesitan, los actos religiosos siempre empiezan antes abriendo las Fiestas con el Pregón pero también le ha tocado esperar por los romeros. Desde que la Comisión de Fiestas organizó la Romería con las carretas la gente participa más porque hay más medios para facilitar el acceso a las personas con capacidades limitadas.
Todos los peregrinos llegan a pie de la Virgen con la ropa típica adorando con sus ofrendas. La Corporación Municipal se encarga de los arreglos de limpieza y chocolatada para los primeros que lleguen, con el deseo que continúen manteniendo las tradiciones.
Como el retablo que con su buen hacer, Pedro Pérez y Jordán, ha quedado para la historia en esta nuestra Ermita.
También agradecer al grupo de Caritas Parroquial Ntra. Sra. Guadalupe, cuando por motivos de enfermedad quise retirarme y me ofrecieron seguir perteneciendo con menos cargos, en ayudar a vender productos del comercio solidario para que los agricultores tengan un sueldo digno, los niños que no trabajen y vayan a las escuelas, y los productos que no se les acumulen en las cooperativas. Esto en Coordinación con Caritas Parroquial. Pedir perdón a Maury como coordinadora el aguante que ha tenido conmigo igual a Juan Antonio como al grupo en general.
Les puedo asegurar que ni en sueño pensé estar aquí contándoles mi experiencia. Pero se puede soñar trabajando con amor a tí mismo, en las familias, en la Comunidad cristiana y distintos grupos, compartiendo la palabra de Dios y el cuerpo y sangre de Cristo, hace que me fortalezca mi fe y me hace salir fuera de la Iglesia a buscar los amigos que quiere Jesús, aunque no sean de tu misma religión pero necesitan de ti. Ponen en tus manos la confianza y a mí me ha servido para aprender de ellos a que mi compromiso sea más allá, según su capacidad, trabajando siempre con coordinación, con actitudes, remover manos nuevas que se comuniquen en nuestros proyectos en común para ir construyendo y participar, seguir y cuidar nuestro jardín sintiéndome arropada por nuestra madre.
Hoy he vuelvo Madre a recordar cuantas cosas dije ante tu altar y al rezarte puedo comprender que una madre no se cansa de esperar. Tres cosas están pendientes, le diré a nuestra madre que no sólo me arrope, sino que también me eche una mano en terminar el chaleco de rosetas a Francisco José, a tocar el timple con Fefo y la última, no sólo necesito al Mayordomo Benjamín, sino a la Isla entera con una Bajada de la Virgen hasta la Guadalupe, todos juntos y orar para que todos tengamos techo y trabajo.
Me siento orgulloso y feliz de pertenecer a la comunidad de Teguise, gracias a mi familia, mis vecinos y vecinas que es un honor tenerlos. ¡VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES!