Pregón de las Fiestas de San Juan
Soo 2017
Por: ÓSCAR TORRES PERDOMO
Buenas noches, señores, señoras, autoridades y vecinos de Soo.
Quiero dar las gracias a la Comisión de Fiestas, por darme la oportunidad de pregonar las fiestas de San Juan de este año; al alcalde del municipio de Teguise, a los concejales de la corporación; y a todos los vecinos de este pueblo que nos honra con su presencia.
Y gracias sinceras a mis antiguas alumnas que llevan años animándome a que pregonara dichas fiestas y siempre les decía: se los agradezco de corazón pero la verdad que lo siento, especialmente a Mónica, pues modestamente pensaba ¡y qué les voy a decir yo! pero… este año, aquí estamos.
Hoy nos encontramos ante Uds. por varios motivos, uno, para mostrarles un vídeo de mis recuerdos de Soo, que por cierto, me han comentado que muchos ya lo han visto en la página web historiadeteguise.com presentada por mí semanas atrás en Teguise, que ha calado profundamente y emocionalmente en muchos de Uds. Y en segundo lugar, para recordar y revivir mis vivencias como maestro de este pueblo.
Llegué aquí en el año 1984, mi primer destino como maestro definitivo en el que permanecí por espacio de cuatro maravillosos y esplendorosos años.
El colegio constaba de cinco unidades, al llegar fui nombrado director y conociendo la situación escolar del momento, noté que hacía falta un maestro de Pedagogía Terapéutica por lo que solicité a la Consejería de Educación el nombramiento del mismo y al Ayuntamiento de Teguise que pagase el local, pero el dilema era que no habían locales adecuados, hasta que hablando con los vecinos, Encarna y Marcial, nos pudo alquilar el almacén frente a su tienda por lo tanto ¡misión cumplida!
Otro de los retos era que las escuelas, como Uds. saben estaban separadas unas de otras, yo conocía que anteriormente a mi llegada, el maestro Silvera, había realizado gestiones para la construcción de un nuevo colegio pero pasaba el tiempo y el tiempo y no se veía ningún resultado por lo que solicité al Ayuntamiento y a la Consejería de Educación el reactivar nuevamente dicha construcción, terminándose después de mi marcha.
El horario de la escuela era de 9 a12 y de 2 a 4, así que al mediodía tomábamos un tentempié hasta llegar a casa por la tarde.
En el impás del mediodía un grupo de maestros solíamos ir al bar de Mota para charlar con las gentes y ver jugar a las bolas, ya que a nosotros nos gustaba y sabíamos jugar, recuerdo que los primeros días nos hacíamos pasar por aprendices ¡Eso se creían ellos¡ nos enseñaban como tirar las bolas, la posición de los pies etc. Así que al principio nos dejábamos ganar una serie de tantos y a la hora de la verdad… la perdían, muchas veces le ganábamos fácilmente y murmurando entre ellos decían: ¡Qué rápido aprenden estos maestros¡ y como las partidas eran de pierde y paga, ese día se quedaban sin el vasito de vino o la cerveza
A la salida de las clases, por la tarde, mi coche parecía la guagua de línea, siempre había alguien esperándome, bien en la escuela o en la parada, un ejemplo claro era el joven Serapio, pasajero habitual.
Los cuatro años que estuve en Soo fueron muy intensos, tanto social como culturalmente, pues siempre he pensado y sigo pensando que la escuela debe de ser el motor cultural del pueblo, y uno de los objetivos que me propuse fue elevar la formación de las familias de tal manera que cada mes solía traer a alguien para que les impartiera una charla sobre temas diferentes y de interés para ellos, y al mismo tiempo que salieran un ratito de sus casas y se relacionaran unas con otras, eso se hacía en mi escuela en horario de noche.
Por lo que mi Sra. muchas veces me decía: pero Óscar, tú no sabes que tienes una familia, llévate a los niños un ratito al parque, por favor, a lo que le contestaba: Sí, no te preocupes, mañana los llevo, pero como ella sabía que estaba muy comprometido con este pueblo me comentaba: bueno, mañana será otro día.
Otra de las facetas que desarrollamos fue el deporte, sobre todo la lucha canaria, en esa época el Cabildo de Lanzarote celebraba en Arrecife los Juegos Escolares para los alumnos de los colegios grandes de la isla y me preguntaba ¿y…por qué no participan mis niños también? Así que hablé con el Presidente Insular de Lucha para que nos comprara la tela, cosa que así hizo, luego varias madres se ofrecieron a hacer la ropa, una vez puesta parecían luchadores de verdad, ¡que tunantitos estaban!
Comienza la competición en Arrecife, así que venía cada sábado por la mañana, metía a todo el equipo en mi coche, SEAT 127, ¡parecíamos sardinas en lata! Y así sábado tras sábado, terminada la competición que duraba varios meses y… ¿saben Uds. en que puesto quedamos? ¡Campeones alevines de Lanzarote!
Esas luchadas las grababa en vídeo y a mitad de semana, por la noche, convocaba al pueblo en mi escuela para que las vieran y disfrutaran. ¡Qué tiempos aquellos!
Recuerdo que uno de los años insistí con el Cabildo para que un sábado se realizara en Soo todas las competiciones de los Juegos Escolares ya que siempre se celebraba en Arrecife o en las cabeceras de municipio ¡eso fue una gran novedad! Al pueblo llegaron cantidades de guaguas con todos los niños participantes de la isla y algunos ancianos en plan gracioso me decían. ¡D. Óscar, hoy nos están invadiendo el pueblo!
Otro recuerdo era las comuniones, así, al finalizar la misa, les hacía la grabación a todos los niños junto a sus familias, hoy veo las imágenes y me digo ¡pero que caras de santitos tenían mis niñitos! ¿Continuarán así hoy en día? Era un día muy especial, todos se ponían las mejores ropas. Finalizada la misma, cada familia realizaba un gran almuerzo en sus casas con el resto de los familiares.
Y como les hacía siempre, los convocaba a mitad de semana en mi escuela para ver el vídeo.
Y qué decir de La Navidad, en la escuela brindábamos todos con las comidas y chucherías que cada uno traía y donde había mucha diversión y durante el fin de semana, en el teleclub, convocaba a todo el pueblo a tener un día de buena convivencia.
Ese día por la mañana, tanto los niños como los jóvenes pintaban dibujos alusivos a la Navidad en unos papeles continuos con el fin de decorar las tristes paredes de bloques de este teleclub, los mayores se dedicaban a colocar la instalación eléctrica, ya que tampoco había, otros traían los tableros y los bloques para formar las mesas y los jóvenes las decoraban y ya por la tarde… ¡qué bonito! Todas las familias iban entrando con bandejas de dulces, de calderas de comida, hermosos bizcochones, en definitiva, cada uno traía lo que pudiese ¡era impresionante! ¡Con qué ilusión y alegría hacíamos todo eso!
Con el fin de poner música, le solicitaba al Cabildo, el equipo y los altavoces, por lo tanto había que moverse bastante para conseguir las cosas ya que carecíamos de ello, pero lo que si teníamos todos era mucha ilusión de que las cosas salieran bien.
Y que comentarles de los carnavales, primeramente formábamos las murgas infantiles, donde las madres les hacían los disfraces con mucha ilusión, luego se invitaba a las familias a las diferentes actuaciones en el patio de mi escuela y el sábado se organizaba la gran cabalgata, en las primeras horas de la mañana, se concentraban los furgones frente al teleclub para ser decorados por los mayores y los jóvenes, y otros en sus propios domicilios, mientras tanto los niños decoraban el salón, les hacíamos juegos etc. En definitiva, pasábamos una mañana entretenida, ya por la tarde, todo el pueblo de forma masiva participaba en la gran cabalgata, la cual recorría el pueblo de punta a punta, tanta importancia iba adquiriendo que en los años posteriores se agregaban personas de los pueblos cercanos.
Una vez finalizada, pasábamos al salón donde las murgas infantiles actuaban para el gran público, luego se fue incorporando alguna que otra murga de jóvenes, terminada las actuaciónes, celebrábamos un estupendo baile de carnaval con las canciones de Los Bajip de La Gomera.
Era estupendo ver disfrazado a los niños, a sus padres y abuelos disfrutando de una buena en fiesta en armonía y convivencia.
Uno de los años, solicité a una bodega que nos regalara una barrica de vino para estas fiestas, cosa que accedieron, por lo que la subimos al sillón trasero de mi coche, pero al llegar a la altura de Tiagua se giró por motivo que desconozco, cayendo muchos litros ¡parecía una piscina! al llegar a Soo intenté secarlo con esponjas, paños, periódicos etc. ¡una locura! Por lo que dicho olor duró bastante tiempo en disiparse, así que cuando muchos se subían decían ¡qué olor a vino tiene este coche! ¿Tú le estarás poniendo vino en vez de gasolina?
Y qué decir de las excursiones por toda la isla ¿por qué las hicimos? Pues al preguntarles a los niños si conocían los Centros Turísticos, la gran mayoría nunca habían estado al igual que muchos de sus padres por lo que pensé ¿por qué no organizar una gran ruta no solo con los niños y sus padres sino con todo el pueblo? Así que como siempre, me puse manos a la obra, hablé con el Ayuntamiento para que nos pagara las guaguas y con el Cabildo para las entradas, así fue como un sábado realizamos dicha excursión ¡cuánta gente íbamos! ¡Qué cara de felicidad se les notaba a todos! En verlos así, ya me congratulaba de todo el esfuerzo realizado.
Para mí esos años en Soo fueron inolvidables, siempre los recuerdo con mucho cariño y satisfacción por haber realizado y movilizado a este pueblo en muchas actividades y todo gracias a la colaboración y participación de Uds.
También decirles que hoy es para mí un momento de gran ilusión por ver a mis antiguos alumnos en particular y a sus familiares y vecinos en general, pues a la bromita parece que fue ayer y ya ha pasado treinta y tres años. ¡Casi nada! ¡Es qué ni los reconozco!
Ya para ir concluyendo, después de esta etapa en el pueblo, consigo destino en Arrecife, en el colegio Capellanía, en el cual continuo dando clase hasta que el cuerpo aguante ya que es mi verdadera vocación, pués…disfruto tanta de ella que me da pena hasta de jubilarme.
Espero y deseo que a lo largo de mi pregón muchos de Uds. hayan ido recordando esas vivencias tan emotivas, parte de las cuales veremos en el vídeo que le vamos a mostrar a continuación y a los jóvenes les haya servido para conocer el gran esfuerzo realizado por todo el pueblo en aquellos tiempos, ya que con muy pocos medios pero con mucha ilusión se consigue todo lo que nos propongamos.
¡Muchas gracias y a seguir disfrutando de las fiestas!