Los Diabletes

Por Francisco Hernández Delgadodiabletes

Los Diabletes de Teguise son una de las tradiciones más antiguas de Canarias. Su origen hay que buscarlo en sus danzas competitivas, de rituales y festivas de los antiguos mahos. (Danzas cuya musicalidad reflejaba un claro paralelismo con las danzas berberiscas. Los danzantes mahos mantenían algunas tradiciones antiguas cuyos valores principales se conservan aún en pueblos de la cercana África. Los lanzaroteños, celebraban la recolección de las cosechas, fiesta en que la danza era la principal manifestación. El macho cabrío era el símbolo de la virilidad y la fuerza para los mahos.

En los rituales, sus vestidos y máscaras estaban relacionadas con este animal, llevaban una piel que cubría la cabeza y por la espalda llegaba hasta el suelo. Cabra y macho cabrío, representaban la fuente de su supervivencia. (De la cabra obtenían leche, y carne para alimentarse, pieles para sus vestidos, tendones para coserlos, hasta los cuernos servían para romper la tierra para la siembra, incluso en sus rituales funerarios se hacían sacrificios de cabras, para que sus pieles acompañaran al difunto. Ya tenemos la máscara y el vestido del danzante, sus lugares de actuación estarían situados en la zona central de la isla, Jable, Tahiche y Malpaís y sobre todo en la mayor población aborigen, la Gran Aldea. El siglo XV supone para los danzantes de Lanzarote una inversión de rituales; se integran en las nuevas fiestas cristianizadas de la Gran Aldea. Con los conquistadores llegan los franciscanos quienes, desde su ubicación en el primer oratorio de la isla situado en Famara, adquieren un destacado protagonismo en la incipiente actividad de la Gran Aldea. La Fiesta de Corpus se convirtió en festividad por excelencia cristiano. La representación principal de esta fiesta era la lucha entre el bien y el mal; actos que hacía años que ya se habían teatralizado en la vieja Europa.
Los franciscanos supieron aprovechar los fundamentos culturales de los danzantes y los aplicaron al culto cristiano, así el bien era su propio Dios y el mal lo representaron en los danzantes lanzaroteños. El Cabildo General de Lanzarote establecido en la Villa de Teguise, asume la responsabilidad de estas fiestas, nombrando diputados para que se encargaran de las mismas. Además del dinero que aportaba el Cabildo parta los gastos de las fiestas, entre cuyos gastos estaba el pago a los Danzantes, también se recaudaba dinero de los gremios y cofradías que participan en la procesión.
La necesidad de mano de obra, hace llegara Lanzarote en la primera mitad del siglo XVI, gran cantidad de moriscos y negros. Los esclavos realizaban los trabajos más duros de la agricultura y ganadería. El encuentro de los danzantes de Lanzarote con los negros y moriscos hace más rica la manifestación cultural de la fiesta de Corpus. Junto a los danzantes lanzaroteños, aparece el esclavo negro tocando el tambor (el tamborilero). En el siglo XVII la fiesta de Corpus logra su máximo esplendor, los danzantes reciben el nombre de Diabletes. Al principio el Cabildo aportaba la piel para el vestido de los danzantes.
Los Diabletes participaron en la fiesta de Corpus hasta finales del siglo XVIII, en que fueron prohibidos por la iglesia, pasaron luego a las fiestas de Carnaval. Cambiaron su vestido de piel por el de lino y muselina y su careta pasó de macho cabrío a la de un buey.

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