Por Francisco Hernández Delgado
Teguise es un pueblo asentado en las inmediaciones de la prehistórica aldea de Acatife. Fue fundado Maciot de Bethencourt en 1418, Señor éste, sobrino del conquistador normando Juan de Bethencourt.
El nombre de Villa de Teguise le viene dado por Doña María de Teguise, hija del rey Guadarfía, con la que casará Maciot de Bethencourt.
En 1448 Maciot de Bethencourt decidió vender a D. Enrique de Portugal a cambio de 20.000 reales la isla de su señorío, Lanzarote, posteriormente Maciot abandona dicha isla y se va a Madeira.
La Villa comenzará a convertirse en una ciudad castellana ya desde el siglo XV. Será la capital de la isla y sede del marquesado de Lanzarote. En Teguise nacerá el primer marqués de Lanzarote, en 1536, recayendo este título en don Agustín de Herrera y Rojas.
A lo largo de su historia Teguise conocerá el ataque de diferentes pueblos, así en 1569 será atacada por los argelinos como venganza hacia el marqués Agustín de Herrera, que había hecho varias correrías por Berbería. Se cuenta que en la lucha murieron unos 170 moros, los cuales fueron enterrados por los frailes franciscanos en zanjas de la plaza mayor, a los cristianos se les enterró en el templo parroquial. Los moros lograron llevarse unos doscientos prisioneros de toda la isla, de los que unos ochenta eran de La Villa. En recuerdo de esta sangrienta lucha queda hoy el nombre de «callejón de la sangre», uno de los callejones donde se dio la contienda, llamado así por la cantidad de sangre que por allí corrió.
Otros nuevos ataques se van a producir el 30 de junio de 1586 con la llegada de Morato Arráez.
En 1618 los habitantes de Teguise se tienen que refugiar en la Cueva de los Verdes, y los moros al no en¬contrar a nadie en dicha villa deciden quemar todo lo que encuentran a su paso, entre otras cosas el templo parroquial y el convento de Miraflores.
La última invasión berberisca tuvo lugar en 1749 cuando entraron unos cuatrocientos hombres por Rubicón, pero los habitantes de La Villa novan a ser ataca¬dos ya que éstos se van a dirigir a Femés y allí logran expulsar a los berberiscos.
Hemos mencionado aquí sólo las invasiones berberiscas por ser las más destacadas, pero sin olvidarnos que son muchos los pueblos que entran en Lanzarote para tomar esclavos y saquear lugares.
Es por lo que en la Villa de Teguise vamos a asistir a etapas de construcción, tras el abandono de la isla por los asaltantes, y a etapas de destrucción con el arri¬bo de éstos. Debido a esta causa hoy han desaparecido numerosas construcciones o parte de ellas.