Para el depósito controlado de escombros se habilitan diversos espacios, normalmente antiguas zonas de extracciones como la ladera Este de la montaña de Sóo o la zona Norte del Lomo de San Andrés.
La recogida, transporte y depósito de residuos sólidos la realiza como concesionaria una empresa privada. La zona de vertido controlado es la Caldera de Zonzamas en la que se lleva a cabo la distribución y compactación en capas.
El volumen de residuos generados en la Isla, hipoteca la vida del vertedero insular, estimándose que su saturación pueda producirse en un periodo de veinte años que podrían ampliarse si se activasen sistemas operativos para la recogida selectiva acompañada de los correspondientes procesos de transformación.
El problema se agudiza en el caso de La Graciosa, por tratarse de un Parque Natural de reducidas dimensiones que demanda la búsqueda de alternativas acordes con las características de este espacio natural.