Pregón de Tiagua 2016

Pregón de las Fiestas del Socorro
Tiagua  2016

POR RAFAEL MORALES TEJERArafael-morales-2016

Buenas noches.

En primer lugar agradecer a todos los vecinos, vecinas y asistentes en general, su presencia hoy en este acto del Pregón de las Fiestas de Nuestra Señora del Socorro 2.016.
Para los que no me conocen, mi nombre es Rafael Morales Tejera, y soy uno de los hijos de Francisco Morales Betancort, aunque casi todos los vecinos del pueblo de Tiagua lo conocían como Pancho Morales.
Estas líneas que componen el pregón no pretende ser una lección de historia, sino un pequeño homenaje a las personas de nuestro pueblo de Tiagua, que como mi padre dedicaron su vida a la agricultura, ganadería y en las zonas costeras de la isla, a la pesca.

Son personas que a base de esfuerzo y dedicación levantaron familias estructuradas fuertemente unidas, en una época de auténtica escasez y necesidad. Un tiempo en que la palabra dada, era más fuerte e inquebrantable, que cualquier contrato redactado ante un notario y donde la propiedad privada era respetada sin necesidad cercarlas o levantar muros.
En la actualidad, en un planeta totalmente globalizado, donde disponemos de ordenadores portátiles, internet, satélites, teléfonos móviles, televisores led, coches eléctricos y un sinfín de aparatos tecnológicos que se aplican a nuestra vida cotidiana, la industria, agricultura, ganadería, etc. se nos hace muy difícil comprender los esfuerzos titánicos que hacían nuestros padres o abuelos para cultivar nuestros campos y atender sus obligaciones diarias, por eso, y para comprender las vivencias que a continuación detallaré, tenemos que imaginamos, sobre todo los más jóvenes, un pueblo sin ningún tipo de tecnología , sin agua corriente, ni electricidad, carreteras de tierra, sin asfaltado y por supuesto, sin comunicaciones de ningún tipo, a excepción, claro está, de las cartas postales.

Pues mi padre, Pancho Morales, nació bajo estas circunstancias, allá por el año 1.908 en nuestro pueblo de Tiagua. Su vida transcurrió, en aquellos tiempos, rodeado de pequeñas montañas y grandes extensiones de terrenos.

Vivió hechos tan transcendentales como la Guerra Civil, entre los años 1.936 y 1.939, época de gran represión política y escasez económica, durante la guerra y posteriormente.

Inauguración Hospital Insular de Lanzarote en 1.950, por el General Franco, donde se aprecia el carácter militar que revestía cualquier acto público y la rigidez política de la época.

Su matrimonio con mi madre, Teresa Tejera Feo tuvo como fruto el nacimiento de ocho hijos, entre los que me encuentro yo y otro hermano tristemente fallecido.
La familia vivía fundamentalmente de la agricultura, que junto con la ganadería y pesca, eran los medios de vida del Lanzarote hasta el año 1.965, donde surgió el boom turístico.
El Instituto Nacional de Colonización, fue un organismo creado en España en octubre de 1939, dependiente del Ministerio de Agricultura.
Su creación estuvo motivada por la necesidad de efectuar una reforma tanto social como económica de la tierra, después de la devastación de la guerra civil. El objetivo principal del mismo era efectuar la necesaria transformación del espacio productivo mediante la reorganización y reactivación del sector agrícola y el incremento de la producción agrícola. Desapareció en 1971, para dar lugar al Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA).

A través de ayudas de este organismo, promovidas por el estado, mi padre preparó la fincas de polvillos, con arenad o. Los antiguos camiones que traían el rofe, eran cargados con medios manuales que posteriormente era descargado, de la misma manera. Era un trabajo tedioso y engorroso, que llevó un trabajo encomiable y que permitió acondicionar la tierra para su cultivo.

Mi padre cultivaba en sus terrenos fundamentalmente trigo, cebada, centeno, tabaco, batatas, sandía y melones, donde intervenía todo el clan familiar, bien fuese en las labores de plantado, cultivo o recolección.
En relación al cultivo del tabaco, recuerdo que se generaban los semilleros, y se iba plantando mata por mata de manera artesanal, sin medios mecánicos. Cuando se recolectaba el tabaco, después de su proceso de secado, se realizaban manojos, que a su vez se agrupaban en pajeros, para su exportación a la isla de Tenerife.
Los pueblos que más producían tabaco, junto con Tiagua, eran Tao y Tinajo.

El trillado de los cereales, como el trigo y el centeno se realizaban con burro y el trillado de la cebada con camello. Estas tareas eran alternadas entre mis hermanos y yo.
Era frecuente, al igual que sucedía en el seno de mi familia, el sentido familiar que existía en la explotación agrícola, donde las familias se ayudaban unas a otras en el cultivo y recolección de la cosecha, viviendo la gran mayoría, de lo que producía el campo.
En esta época era frecuente encontrar al agricultor pendiente del cielo y de la lluvia, porque sabían que la obtención de una buena cosecha estaba directamente ligada a su presencia.
Mi padre nos crió y educó a todos con el sustento que obtenía de la tierra, sintiéndose orgulloso de proclamar que a sus hijos jamás les faltó un plato de comida que disfrutar en la mesa.
En la zona, no podernos olvidamos de la actividad del pastoreo. Recuerdo como, el pastor, que pasaba por las distintas fincas del pueblo y zonas colindante s, recogiendo las cabras.
En esos tiempos, era frecuente el trueque con determinadas personas que se acercaban de la costa a comercializar con los productos del mar. Entre esas personas, cabe destacar a Pilar, que venía desde Famara hasta Tiagua en burro, cargada con lapas, erizos y pescado en general para venderlo en el pueblo.
Mi padre solía intercambiar productos de la tierra, como la batata, sandía, melones por los productos que vendía Pilar. El burro que acompañaba a Pilar en su arte de comerciar , desprendía un aroma a marisco , que llegamos comentar «que daban ganas a comérselo».

Nuestro tiempo dedicado a las labores agrícolas, lo compaginábamos con acudir a la escuela del pueblo de Tiagua. Pero la escuela no era tal y como la conocemos hoy en día, ni los profesores tampoco.
Las chicas iban a la escuela Femenina, que estaba ubicada en el parque que hay a la entrada del pueblo, y donde se levanta un busto de una estatua, dedicado a D. José Antonio Tejera, pariente nuestro, enfermero de profesión y que desarrolló una gran labor social en Tenerife.

Los chicos, sin embargo iban a escuela masculina, que estaba situada al lado de donde actualmente se encuentra los almacenes de «La Molina». Los chicos de otras zonas, como Muñique hacían el recorrido hasta la escuela de Tiagua, caminando, y cuando terminaban las clases volvían caminando.

Los profesores de la época enseñaban con la premisa de la «palabra con sangre entra».
Denotando que el estímulo para aprender se asociaba al castigo corporal.

Independientemente de la labor agrícola que desempeño mi padre en el pueblo, por lo que realmente fue muy conocido en el pueblo, es por ser de las primeras personas en disponer de teléfono en la zona.

Sobre el año 1.960, mi padre instaló la primera cabina de teléfono en mi casa. En la zona, solo existían dos teléfonos, uno en Tinajo y el otro aquí, en Tiagua.

Los vecinos de San Bartolomé, La Vegueta y pueblos colindantes se acercaban a Tiagua para llamar por teléfono.

El teléfono que existía en la época, era un teléfono de manivela, y el coste de las llamadas era en pesetas.

Era frecuente, por parte de mi padre, agasajar con un enyesque a quienes venían a llamar por teléfono, y que consistía en vino de la tierra, acompañado de pejines o tollos.
Esta situación se prolongó, hasta el fallecimiento de mi padre en el año 1.994.

Después del fallecimiento, la cabina telefónica se traslado dentro del pueblo a una cabina pública a Casa de lka, una tienda que estaba al lado de lo que hoy es el supermercado de Tiagua.
Dentro de las anécdotas que surgieron en los años que el teléfono estuvo instalado en casa, recuerdo cuando un extranjero llamó a casa, y mi padre cogió el teléfono. Mi padre no entendía nada, hablando cada vez, más y más alto, como si al hablar más alto el extranjero lo entendiese mejor.
Hasta aquí las vivencias y recuerdos de mi padre, en un tiempo pasado en Tiagua, y que forma, con su granito de arena, los pilares de lo que hoy en día es el pueblo.
Agradecerles su presencia en este acto, esperar que el pregón haya sido de su agrado y esperar verles en los actos previstos en el programa de fiestas de Nuestra Señora del Socorro.

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