Fuente: Lanzarote. Apuntes para su historia
Por José Manuel Clar
En el año 1708 hubo una reforma que afectó a las Milicias de Lanzarote. Esta reforma consistió en la organización de un Regimiento que se formó tomando como base las Compañías de Milicias ya existentes, que fueron ampliadas hasta doce.
El Regimiento de Milicias constaba de doce Compañías y su Plana Mayor, con un total de 1.656 hombres. El mando de este Regimiento recayó en un coronel que el mismo tiempo asu-mía el cargo de Gobernador de las Armas de la Isla.
Entre otros fueron coroneles del Regimiento de Milicias de Lanzarote, don Pedro Brito, don Rodrigo Peraza de Ayala, don Domingo de Armas, don Francisco Guerra y Clavijo, etc.
En la segunda década de este siglo, el síndico personero municipal de Teguise llama la atención sobre los «Gastos, fati¬gas y trabajos que padecen las Milicias de esta isla de Lanzarote». El Regimiento de Milicias atiende en todo tiempo el servicio de defensa y custodia, con detrimento de la agricultura y coste de 3.000 pesos anuales para atención de los destacamentos, «lo cual no ocurre en las islas mayores, que cuentan ya con tropa veterana a cargo de la Corona». De este informe se deduce que los milicianos, para poder atender a su propio trabajo, abonan, en ocasiones, cantidades indeterminadas a otros individuos que les sustituían en el servicio. Las sustituciones de atalaya se estipulaban en dos reales de plata cada vez. También expresa el documento en cuestión, la queja de que, en ocasiones, se destinaron milicianos lanzaroteños a servir en Tenerife.