Fuente: arquitectura de Lanzarote en el siglo XVII
Por Manuel Lobo Cabrera y Pedro Quintana Andrés
No muy alejada de la iglesia parroquial estaba ubicada la casa-palacio de los marqueses, que seguramente comenzara a edificar el primer marqués de Lanzarote don Agustín de Herrera y Rojas, y que posiblemente sea la que nombra en su testamento y lega a sus nietos (107). Igual que otras fábricas fue arruinada y pasto de las llamas en 1618, pero quizá a instancias de la marquesa viuda se iniciara su reconstrucción y ornato, aunque no debieron quedar muy arrumbadas, pues en julio de 1618, se reúne allí la justicia y regimiento de la isla, juntos en ayuntamiento(108).
El obispo de la Cámara y Murga, en su descripción de Teguise, cita las casas del marqués, donde dice que allí vive de ordinario (109). Aunque da la sensación, según los documentos, de que las mismas fueron remosadas por obra del marqués don Juan de Castilla Aguayo, quien en 1648 declaraba recibir de BU criado y quintador parte de las rentas por la fábrica de una casa que le había hecho en la Villa (110). En 1686 según el plano de Teguise de P. Agustín del Castillo, la casa-palacio estaba totalmente reconstruida. Constituía una vasta construcción cuadrada, con un patio central, y cuatro lados cubiertos a dos aguas, de dos plantas cada uno. El lado que miraba hacia el castillo de Guanapay era doble (111).
Lo que vio don P. Agustín fue ya la obra concluida, después de las distintas reparaciones que sufrió. Las casas después de la primera rehabilitación se fueron reparando y ampliando en diferentes tiempos hasta ofrecer el aspecto que se observa en el plano, así en 1671 la fábrica recibe nuevas obras. En la citada fecha tres maestros de albañilería reconocen haber trabajado como tales en la casa de los señores de la Isla durante casi dos años, junto con otros oficiales y peones. Las obras principales que hicieron se ceñían a la bodega, paredes del corral, corredor, jardín, y a la cubierta, tanto en poner la torta como la madera. Asimismo reconocen haber levantado almenas en la fachada y otros reparos, como enladrillar salas y empedrar el patio (112). En el año 1673, otro oficial, un maestro albañil, confesaba haber trabajado en las casas tanto aderezándolas como reparándolas de lo necesario (113).
Las casas tenían una torre, quizá pensando en su posible defensa, que Fue iniciada en 1671 y terminada de fabricar en 1680, por el maestro de albañilería Juan Luis, quien además también trabajó en los aposentos, en especial en la cubierta de madera que hizo con palos de acebiño y madera de tea, procedente de Gran Canaria, del pinar de Inagua (114).
De este modo, igual que otras edificaciones estas casas quedaron concluidas y reparadas en el siglo XVII.
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LOBO CABRERA, M. y F. BRUQUETAS DE CASTRO: Op. cit., p. 160. IOS. BRUQUETAS DE CASTRO, F.: Op. cit., acta na 1.
108.- CÁMARA Y MURGA, C. de la: Constituciones Sinodales del Obispado de la Gran Canaria…, Madrid, 1634, pp. 343-344.
109.- Documento ns 11.
110.- CASTILLO, P.A. del: Descripción de las yslas de Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1994.
112. Documento ns 34.
113. Documento ns 35
114.- Documento ns 42