Fuente: Arrecife, capital de Lanzarote
Por José Manuel Clar
El Ayuntamiento de Teguise que tenía pendiente la resolución al recurso hecho a la reina en fecha 8 de enero de 1837, según se hace constar en el primer párrafo de este capítulo, quedó defraudado cuando a mediados de octubre del citado año recibió un oficio fechado en Santa Cruz de Tenerife el 11 de septiembre anterior en el que el Comandante General de Canarias le trasladaba la Real orden expedida por el Ministerio de la Guerra el día 6 de agosto del mismo año y por la que la reina comunicaba que «{…} en con¬sideración a que la Diputación Provincial y el Jefe Político de Canarias habían informado unánimemente que ninguna razón de utilidad común ni del Servicio aconsejaban se podía persuadir la traslación del expresado Gobierno militar a la capital de Teguise no se hiciera novedad en la residencia de dicho Gobierno que debe permanecer en el Puerto del Arrecife» 69. La Real orden pedía acuse de recibo al Alcalde de Teguise, lo que se traducía en dar el enterado de dicha disposición.
Como era de esperar, la denegación de traslado del Gobierno militar que tenía solicitado Teguise causó hondo desconsuelo y sentimiento a la Corporación municipal, sobre todo porque la reina no accedió a ello a causa de los informes desfavorables de la Diputación Provincial y Comandante General. Por ello, además de hacer constar en Acta su protesta, acordó reiterar su instancia nuevamente ante la reina, ya que, a su juicio, la citada Real orden no había cerrado del todo la puerta a la justicia que requerían. No obstante, el Ayuntamiento teguiseño estaba pendiente del resultado de la exposición que hiciera a las Cortes solicitando que dicha localidad siguiera siendo cabeza de Partido Judicial y sede de todas las autoridades que administraban justicia. Entre ellas, el Gobernador militar.
Así pues, las autoridades de Teguise, en su afán de no perder los privilegios y prerrogativas, como recuperar los que le habían sido arrebatados, encontró una válvula de escape en la resolución denegatoria de traslado del Gobierno militar hecha por la reina para aplicarla a sus intereses.
Efectivamente. “{…} que mediante a que el pretexto hizo constar en acta de que se valió el Coronel y Gobernador don Buenaventura del Campo para despojar a esta capital del cuartel y guarnición, de las banderas, los tambores y mayoría del Regimiento fue reunir ambos cargos y decir que todas estas cosas eran inherentes a su residencia en el Puerto del Arrecife, de cuyo pretexto también se valió el Brigadier D. Antonio Moreno para verificar como Inspector la visita en dicho Puerto, el año pró¬ximo anterior, no obstante la oposición de este Ayuntamiento y su protesta de que no cause ejemplo semejante novedad, y en atención también a que la enunciada Real orden de que se acaba de dar cuenta presenta al Ayuntamiento el más basto campo para reclamar la traslación de tojas estas cosas a la cabeza de este Regimiento, puesto que por la expresada Real orden ha quedado absolutamente independiente el Gobernador militar del Comandante de dicho Cuerpo: se haga desde luego la oportuna representación al Excmo. Sr, Comandante e Inspector General de esta Provincia para que disponga se restituya a esta Capital el Cuartel y guarnición, las banderas, los tambores y el archivo del Regimiento por ser esta Villa la cabeza del mismo en que se halla su Patraña y su Capellán, como lo están en todas las de los de la Provincia, siendo el único ejemplar que se ha causado el de esta Isla.,. « 70.
Con esta feliz decisión el Ayuntamiento de Teguise quiso «coger el rábano por las hojas», pues tomando al pie de la letra la resolución denega¬toria de traslado del Gobierno militar en favor del Puerto del Arrecife, pretendió desligar los cargos de Gobernador militar y Jefe del Regimiento para que aquél residiera en el Arrecife mientras que éste, con toda su Plana mayor, se trasladara a la Villa. Incomprensible.