Continúan las gestiones del Ayuntamiento de Teguise para recuperar el Gobierno Militar.1847

Fuente: Arrecife, capital de Lanzarote
Por José Manuel Clar

La Corporación Municipal de Teguise, en su afán de recuperar para la localidad la residencia del Gobierno Militar de Lanzarote, recabó toda clase de información al objeto de documentar una solicitud que pensaba cursar a S.M. la reina.
Entre los informes que el Ayuntamiento de la Villa interesó figura uno, de fecha 12 de febrero de 1847, solicitando del párroco de la iglesia matriz de Nuestra Señora de Guadalupe antecedentes relativos a la vinculación del Batallón de Milicias con dicha Parroquia.
La contestación del párroco fue afirmativa, basando dicha vinculación en que la Virgen de Guadalupe, patrona de la Villa capital, lo era también del Regimiento y, después, del Batallón de Milicias de la isla, del que era Capitán honorario el beneficiado rector de la referida parroquia, y que, como Capellán, efectuó la bendición de las banderas, incluso después de trasladado el Regimiento al Puerto del Arrecife, donde también se verificaron varias reuniones y asambleas  110.


Después de recopilar cuantos documentos, informes y antecedentes pudo reunir la Corporación de Teguise, su Alcalde cursó un recurso a S.M. la reina interesando el traslado a la Villa capital del Gobierno Militar de Lanzarote, que desde 1827 se hallaba en el Puerto del Arrecife.
Del amplísimo recurso sólo vamos a extraer lo más significativo, con el fin de que el lector pueda hacerse una idea del interés demostrado por la Corporación municipal de Teguise en este espinoso asunto.
‘{.,.} Aquella (refiriéndose a la Villa de Teguise) ha estado en el gozo de sus derechos y prerrogativas desde el tiempo inmemorial: éste (aludiendo al Puerto del Arrecife) ha querido usurpárselos. En fin, Teguise ha sido condecorada con la residencia en ella de todas las autoridades civiles, eclesiásticas y militares; hoy echa de menos el Gobierno militar, de que el Arrecife le ha despojado por medio de una Real orden obtenida con los vicios de obrepción y subrepción: y de esta manera ha intentado socavarle dichos derechos y prerrogativas, arrancándole una de las piedras fundamentales para desplomarla, corno se desploma un edificio.
Pero como el triunfo de la mentira, siempre es precaria, siempre transitoria, la Municipalidad que representa, llevando a su frente el lema de la verdad y de la justicia, se promete de la sabiduría y materiales sentimientos de la mejor de las reinas, se digne tomar en consideración el agravio hecho a Teguise, y en consecuencia concederle una Real orden para que le sea restituido el Gobierno militar, pues en ello se interesa la mejor administración de justicia, el mejor servicio público y la seguridad y comodidad de estos habitantes…» 111.
El recurso, en líneas generales, se basaba en la usurpación que se le había hecho a Teguise en 1827 del Gobierno militar. Retomemos los hechos más significativos en relación a este tema:
En 1827, el entonces Gobernador militar de Lanzarote, Coronel don Buenaventura del Campo, se valió de las influencias que tenía en la Corte para obtener del rey Fernando VII que la residencia del Gobierno militar se trasladara desde Teguise al Puerto del Arrecife.
El principal argumento aducido por el Coronel del Campo para justificar su petición estaba basado en que dicho Coronel, además del cargo de Gobernador militar, ejercía también el de Subdelegado de Rentas, viéndose obligado a residir en el Puerto del Arrecife por ser este el lugar donde se hallaba la Administración de Rentas, Aduanas, Contaduría y Recargo.
La solicitud formulada al rey fue favorablemente informada por el entonces Comandante General de Canarias, don Francisco Tomás Morales, sin oír —al parecer— la opinión de las autoridades de Teguise.
Como resultado de estas gestiones, una Real orden de 1827 trasladó la residencia del Gobernador militar de la isla al Puerto del Arrecife, basando su justificación o argumento principal en «las especiales circunstancias que reunía dicha localidad con respecto a Teguise”.
En 1836 la Corporación municipal de Teguise, deseosa de recuperar el gobierno militar en que por tradición histórica estuvo siempre en la capital de la isla, recurrió ante el gobierno de S.M la reina regente, Doña María Cristina de Borbón, censurando los vicios y falsedades, que la real orden de 1827 había sido obtenida. El Gobierno de la monarquía atendió esta recla-mación y solicitó informes del entonces Comandante General de Canarias, don José Marrón, quien contestó afirmando que era en Teguise donde con¬venía estuviese la residencia de la Plana mayor del Regimiento de Milicias de la isla y del Gobierno militar.
El Gobierno devolvió el informe nuevamente al Comandante General, (al parecer recabando algún dato, informe o aclaración con los que poder resolver), a la vez que requería de nuevo la opinión o parecer de dicha autoridad provincial, que entonces era teniente General Don Manuel Pereira y Soto Sánchez, Marqués de la Concordia, recién nombrado para dicho cargo. El nuevo Comandante General, que acababa de tomar posesión de su cargo, al carecer de criterio propio para emitir el informe que le demandaban el Gobierno de la monarquía, optó por solicitarlo —a su vez:— de la Junta Provincial para que esta contestara, con la premisa que demandaba el Gobierno, aceptando el veredicto que le expuso la Diputación Provincial. Parece ser que la influencia del diputado por Lanzarote, don Manuel Cabrera, que si bien representaba a su isla era natural y residente en el Puerto del Arrecife, fue decisiva para que los demás diputados provinciales se decantaran por el Puerro del Arrecife. El caso es que el Comandante General contestó al Gobierno informando en el mismo sentido que lo había hecho su antecesor, don Francisco Tomás Morales; es decir, a favor de que el Gobierno militar, Plana mayor del Regimiento y Cuartel del mismo permanecieran en el Puerto del Arrecife. Como consecuencia de este informe, el Gobierno de S.M. promulgó otra Real orden en 1837, confirmando la emitida en 1827, por la que fue trasladado al Puerro del Arrecife la residencia del Gobernador militar de Lanzarote.
El recurso del Ayuntamiento de Teguise se completaba exponiendo a la reina las razones por las que Teguise reunía mejores condiciones que el Puerto del Arrecife para ser sede del Gobierno militar y de la cabecera del Batallón. Entre ellas, varios informes y documentos que acreditaban a la Villa como sede de la Autoridad militar de la isla considerando: su cercanía a todos los pueblos, poseer los mejores alojamientos para las tropas, piensos para el ganado, abundante agua en la Mareta, espaciosas plazas para que el batallón pudiera evolucionar en sus asambleas y ejercicios, un Hospital, y como éstas una serie interminable de ventajas con respecto al Puerto del Arrecife. Sin embargo el principal y decisivo argumento del recurso estaba tal vez, en el hecho de que cuando fue trasladado el Gobierno militar ostentaba el cargo de Subdelegado de Rentas y, como tal, debía residir en el Puerto donde se hallaba la Administración de Aduanas. Pero en ese momento separados ambos cargos, no existía razón alguna para que el Gobernador militar residiera en el Puerto del Arrecife.
Con todos los argumentos expuestos, la municipalidad de Teguise elevó a la reina Isabel II el recurso solicitándole la expedición de una Real orden para que se restituyera a dicha villa la residencia del gobernador militar, la plana mayor del batallón y su cuartel.

110. Archivo Francisco Hernández Delgado. Teguise.
111. A.A.T. Recurso formulado por el Ayuntamiento de Teguise ante la reina Isabel II en 1847, solicitando el Gobierno militar.

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