Fuente: Lanzarote. Apuntes para su historia
Por José Manuel Clar
El tiempo ha ido pasando quedando atrás, como triste recuerdo para Lanzarote y sus habitantes las invasiones piráticas de turcos, berberiscos, argelinos, franceses e ingleses.
En este siglo se llevaría a cabo la recomendación que hiciera el ingeniero cremonés, Leonardo Torriani, cuando en 1590, visitó la Isla. Recordemos que recomendó que la capital de la isla, Teguise, debería trasladarse al puerto de Arrecife, por reunir mejores condiciones para la defensa ante eventuales ataques navales. Sin embargo, aunque no fue exactamente así, en 1852 (?), Arrecife debió ser declarada capital de la isla.
Desaparecida, pues, la sombra de nuevas invasiones e imperando una concepción distinta y más moderna de la defensa de la isla, el castillo de Santa Bárbara, dejó de ser útil como fortaleza militar defensiva. No obstante, dada su privilegiada situación y sus propias características, fue aprovechado, como veremos más adelante, como prisión, palomar militar, almacén, corral, etc.