Fuente: Lanzarote. Apuntes para su historia
Por José Manuel Clar
En 1775, don Joseph de Arana, emitió un informe sobre el estado en que se encontraban las fortificaciones del Archipiélago. Refiriéndose a la fortaleza de Santa Bárbara, decía así:
«Este castillo se halla situado sobre una eminencia ventajosa a un cuarto de legua de distancia de la Villa de Teguise y a dos con poca diferencia del Puerto del Arrecife. Encierra en sí una atalaya que registra parte del mar del norte y casi toda la del sur y este. Su figura irregular es un rombo de cuyos dos ángulos opuestos son muy obtusos y en ellos hay formados dos pequeños baluartes y en los otros dos, que son agudos, dos torreones redondos.
En el plano inferior tiene alojamiento para la tropa y un almacén de pólvora, todo de bóveda. Sobre la explanada tiene una sala de armas que está cubierta de una azotea que recoge las aguas para un aljibe de bastante capacidad que está bajo de dicha sala. Se sube a este castillo por una escalera paralela a uno de sus lados distante de él lo suficiente para un puente levadizo por el que tiene su entrada.
Este castillo, atendida su poca capacidad, sólo puede servir para recoger la gente inútil, niños y mujeres que se retiran a él en caso de invasión de enemigos. Es capaz de 10 a 12 cañones.
En medio de la montaña se encuentra una cavidad llamada La Caldera, con su aljibe y forma un retrincheramiento natural que puede ser ventajoso en la ocasión».