La fertilidad de la Vega de Guatiza, fue uno de los principales motivos del asentamiento en sus cercanías. Las invasiones de Calafat en 1569, Dogali en 1571 y Amurat en 1586 obligaron a los habitantes a edificar sus viviendas lejos del camino que utilizaban los moros en sus incursiones sobre la Isla, así quedó apartada la primera ermita de Santa Margarita.
En 1846, Madoz dice de la Vega de Guatiza «tiene unas 80 fanegas de tierra de excelente calidad que llega a producir de maíz o garbanzos. Es una de las mejores propiedades de la isla pero hay que explicar que Guatiza, pueblo agrícola por excelencia, no debe su fama sólo a los garbanzos, al cultivo de la cochinilla, insecto originario de México traído a las islas por Villavicencia y cuya producción tuvo una gran importancia en los últimos años del siglo XIX hasta mediados del XX.
Las dos Guatizas, la de Santa Margarita y la del Cristo de las Aguas (esta última debe su nombre, según la tradición, al Cristo crucificado que apareció flotando en La Caleta del Riadero) vivieron bajo el influjo de los mitos y las leyendas. El espiritismo era practicado en todas las formas.
La herencia de esas costumbres y tradiciones ha hecho que llegaran a Guatiza miles de pacientes de toda la geografía insular, e incluso regional. Primero fue D. Antonio Chaves y después, sin lugar a dudas, la mujer que más fama ha dado a este pueblo: Doña Guadalupe Betancort; las puertas de su casa estaban siempre de par en par para recibir a todas aquellas personas aquejadas por el dolor físico. Por eso la fecha del 23 de Noviembre de 1972, fecha de su fallecimiento, se recuerda con pena y dolor en todos los hogares del pueblo de Guatiza.
La Unión y La Imparcial (esta última inaugurada el 18 de julio de 1926) fueron los centros de la vida social de Guatiza hasta que en 1987 se inaugura el Centro Socio-Cultural TAIGA, uno de los más modernos de Lanzarote.
Guatiza es hoy un pueblo laborioso cuyos habitantes se sienten orgullosos del pasado histórico, e ilusionados con el futuro de uno de los pueblos más importantes del municipio de Teguise, cuenta entre sus atractivos turísticos el recientemente creado Jardín de Cactus, que junto a la restauración del molino constituye un homenaje a los artesanos que formaron parte de nuestro acervo histórico cultural de tradiciones y costumbres en la amplia zona desde Teseguite a Guatiza, pasando por el Mojón y Taiga.