En 1702 existían algunas construcciones de piedra seca en La Caleta que eran utilizadas para guardar los barcos por los habitantes de Soo y de Famara.
El hallazgo de restos de cerámica aborigen en esta zona confirma las noticias que suponían a Famara, junto con Zonzamas y Corral Hermoso, con los grandes poblados aborígenes de Lanzarote.
En 1783 aparece La Caleta como playa de la que se extrae gran cantidad de pescado, así se refleja en acuerdo del Cabildo General donde, además, se fijan los precios del pescado: pescado fresco: la libra, a siete cuartos corrientes en la capital y en las playas a cinco», «La palometa y júrela, a cinco cuartos, y en la playa a cuatro».
En 1841 Madoz, al hablar de Famara, lo señala como «un cortijo cuya producción apenas puede satisfacer las necesidades de la familia que habita, y que riegan varios árboles con algunos de los sudadores (pequeños manantiales) existentes en zona».
En 1872 Gregorio Tavío, natural de Soo, construye con piedra y barro un almacén en La Caleta de Famara donde venía a pescar desde ha muchos años; era la primera construcción del lugar, al lado de los pequeños corrales de piedra seca, ese almacén viviría años después Feliciano Tavío.
Poco a poco llegan a La Caleta algunas familias de La Graciosa, y 1910 ya hay 25 vecinos. Se construye la ermita del Sagrado Corazón de María.
En la Caleta nace el gran maestro constructor de timples, Simón Morales.