Fuente: Patrimonio histórico de Canarias: Lanzarote, Fuerteventura.
Por Pedro González Quintero
De acuerdo con las crónicas, los aborígenes de Lanzarote tenían una estructura ideológica de carácter religioso sólida y con claros matices diferenciales respecto a las otras islas del archipiélago, pues parece que mantenían una organización monogámica, con un dios masculino, representado con forma humana, al que se le ofrecían distintos sacrificios incruentos en un ritual con cierta entidad de programación.
No obstante, en los últimos tiempos se defiende la importancia de los ritos zoolátricos entre estas poblaciones.
En consecuencia pues, es con esta organización religiosa con la que se asocia n las diferentes piezas líticas, con representación antropomorfa o zoomorfa, encontradas en Lanzarote y valora das como ídolos, entre los que destacan el identificado en Tejía, la figura sedente de Zonzamas, y el llamado ídolo zoomorfo de Zonzamas, además de algunas placas trapezoidales decoradas con motivos esquematizados.
El llamado ídolo de Tejía, una figura posiblemente zoomorfa, apareció en las laderas del volcán de Tahíche. Es una pieza de 13 cms., donde se representa la cabeza, con ojos y boca marcada, y en el cuello aparecen cuatro estrías. En cuanto a su identificación ha habido diferentes propuestas, que van desde que representa a un ovicáprido hasta que posee rasgos lo suficientemente claros como para considerarlos como típicos de una langosta.
En el mismo contexto habría que situar el llamado generalmente como ídolo zoomorfo de Zonzamas, que es un gran bloque de basalto semiporoso, de metro y medio aproximadamente de largo, donde uno de los extremos es algo más aguzado, lo que se ve potenciado por un motivo grabado que recorre en sentido longitudinal toda la parte superior del mismo, a la vez que a tramos irregulares es cruzada transversalmente por otras. Atendiendo a estas características, diferentes autores lo han asimilado con una figura animal, para unos un carnero y para otros un cerdo.
Como se puede comprobar hay una cierta tendencia a conectar a estos ídolos con animales que, en cierto modo, y con las dificultades de la presencia del cerdo, estarían relacionados directamente con la fauna doméstica de estas poblaciones, como una exaltación de los mismos por la importancia que tienen par a la supervivencia del grupo.
Desde otra perspectiva habría que valorar la llamada figura femenina sedente de Zonzamas, de 13 cm. de alto y realizada en arenisca volcánica gris, donde se identificaría a una figura de mujer arrodillada de forma muy esquemática. Se trata de una representación muy extraña en el contexto general de Lanzarote pero, también, en el del conjunto del Archipiélago. Por su forma, se viene asociando generalmente con representaciones de tradición fenicia o púnica, conectándola con diferentes manifestaciones de procedencia similar observadas en el resto de las islas, con lo que algunos autores reivindican la necesidad de una relectura del pasado anterior a la conquista y un cambio en el punto de mira tradicional para establecer la procedencia de dichas poblaciones.
Por último, existen algunas placas trapezoidales y decoradas con motivos muy esquemáticos que, también, se han venido asimilando con este contexto ritual. Sin embargo, se desconocen todas las circunstancias en torno a su hallazgo, de ahí que por el momento sea más prudente no entrar a valorarlas y esperar a que haya una documentación más adecuada.
En consecuencia pues, Lanzarote ofrece un panorama de carácter religioso extraordinariamente interesante, no sólo por las pie zas en sí, sino, también, por las afinidades con ciertos contextos cronoculturales diferentes a los manejados hasta el momento en la tradición investigadora de Canarias, lo cual supone un nuevo reto, y de confirmarse en un futuro, generaría una necesaria y profunda revisión de los planteamientos hasta ahora considerados como fundamentales.