Fuente: Patrimonio histórico de Canarias: Lanzarote, Fuerteventura.
Por María Dolores Hernández Domínguez
La Fundación César Manrique tiene su sede en taro de Tahíche, en el recinto que fuera vivienda del artista desde su regreso de Nueva York en 1968 hasta 1987, año en el que se traslada a su nueva residencia en haría, al objeto de preparar la anterior como institución cultural.
El antecedente inmediato de este centro se constituye en 1982, cuando, por iniciativa del pintor y en estrecha colaboración con un grupo de amigos afines a sus preocupaciones culturales, se crea la Fundación Amigos de Lanzarote. Posteriormente, en 1990, se aprueban en Consejo de Ministros los actuales estatutos y, en 1992, se inaugura oficialmente la Fundación César Manrique, constituida por deseo de su creador con el propósito de promocionar la actividad artística y cultural e impulsar la defensa y el respeto por el entorno natural y, a su vez, como institución que conserva, difunde e investiga la obra de Manrique.
La estructura organizativa de dicha entidad está compuesta, de una parte, por un Patronato que se encarga del gobierno y la administración que, a su vez, designa un Consejo Asesor; y de otra, la Fundación cuenta con un Patronato de Honor que preside S.M. la Reina Doña Sofía.
La Fundación César Manrique supo conjugar perfectamente lo tradicional con lo moderno retomando elementos propios de la arquitectura popular de Lanzarote para el exterior (hornos, chimeneas, rejados a dos aguas, el uso de la piedra volcánica), para combinarlos con otros de moderna concepción para el interior (cristaleras, amplios espacios). La casa posee, además, un nivel subterráneo formado por las cinco burbujas volcánicas que el artista transformó en espacios habitables, comunicándola por medio de corredores horadados en el basalto.
También en este nivel se localiza un pequeño jameo, en el que el agua se combina con una variada vegetación, en su mayoría formada por plantas pertenecientes a la flora autóctona de Canarias, creando un espacio de espectacular belleza. Dentro de este laberinto excavado en la lava se encuentra el antiguo estudio de César Manrique, un amplio espacio que se remata por un impresionante ventanal donde, una vez más, el edificio se funde con el medio natural. A codo ello deben sumársele algunas realizaciones plásticas que abordó para ornamentar el que sería su m seo póstumo.
El llamado Mural de la Fundación es la última manifestación de su creación muralística en la que el artista desplegó todo su bagaje técnico. Fue ejecutado en el año 1991 con azulejos troceados de vivos colores. Formalmente es de gran tamaño, tendiendo hacia la horizontalidad con forma delimitadas por hileras de piedritas que parecen perderse en sentido vertical. El efecto de la luz y del agua crean espacios distintos en los diferentes momentos del día.
LAS COLECCIONES
El museo de la Fundación César Manrique cuenta entre ms fondos con dos importantes colecciones que pertenecieron al artista y que fueron cedidos por éste.
De una parte, la «Colección Privada”, compuesta por pinturas, esculturas y obra gráfica de artistas como Néstor, Picasso, Miró, Millares, Mompó, Soto, Cuixart, Zóbel, Gonzalo González, Juan Copar, Juan Ismael, Equipo Crónica, etc.; y de otra, la «Colección Manrique”; situada en el antiguo lugar de trabajo del artista y formada por dibujos, bocetos, esculturas, pinturas, cerámicas y objetos realizados por Manrique.