El Cristo de las Aguas

Fuente: La Provincia – 8-9-2014
Por Aránzazu FernándezGuatiza-cristo de las aguas-Provincia

El pueblo de Guatiza, de unos 900 habitantes, se encuentra entre volcanes, calderas, tuneras y una rica vega agrícola en legumbres hasta no hace muchos años. Se asienta en un llano salpicado de casitas blancas que forman un núcleo más denso en los alrededores de su iglesia.

El primer asentamiento de ese pago fue en la montaña de Guenia, en el siglo XVI, donde está el cementerio de la localidad y en su interior la ermita de Santa Margarita, recuerda Miguel Sosa, coordinador junto al párroco José Benito Gallego de los actos para conmemorar el centenario de la creación de la parroquia de Guatiza, que data del 10 de mayo de 1915.
Desde el antiguo poblamiento se apreciaba la llegada de los barcos de mercaderes por la costa de Guatiza. Sin embargo, esa privilegiada vista sobre el océano en el horizonte que tenían sus habitantes se convirtió en una desventaja porque desde el mar los moriscos se percataron pronto del caserío, que saquearon en varias ocasio nes. El cronista del municipio de Teguise, Francisco Delgado, asegura en un artículo publicado en http://www.guatiza.com, que «la fertilidad de la vega de Guatiza hizo que las invasiones de Calafat en 1569, Dogali en 1571 y Amurat en 1586, llegaran hasta las casas de estos pobladores para robar su carne y cereales»
El valle de Guatiza, rodeado de los volcanes Guenia, Tinamala, La Caldera y Las Calderetas se convirtió en el nuevo refugio de los vecinos, su emplazamiento actual, donde empezaron a construir sus viviendas y también era un lugar seguro para protegerse de los vientos dominantes en la zona.
El origen de la devoción está ligada a la aparición en el siglo XIX en La Caleta del Riadero, en Los Cocoteros, de una gran escultura de un Cristo crucificado que desde la orilla de la costa divisó un pescador de la zona.
Al sacar «aquel bulto que flotaba en el mar» se encontró con la sorpresa de la talla religiosa, afirmó Miguel. Se trata de «una imagen de la escuela sevillana, de la que se desconoce su autoría, y corresponde a las esculturas que se llevaban a América, por lo que lo más probable es que el barco se hundiera y apareciera la imagen aquí, en los años sesenta del sido XIX» El vecino que recuperó el Cristo del mar lo guardó en un almacén del pueblo. A partir de ese momento, continuó Miguel, «en Guatiza, que llevaba siete años de sequía, empezó a llover y por eso, se llama Cristo de las Aguas, porque se encontró en el mar y porque trajo la lluvia»
La iglesia de Guatiza tiene el mismo diseño, aunque su tamaño es mayor, que la de la Veracruz de La Villa de Teguise, señaló Miguel. Su construcción se terminó en 1867 y en su edificación se emplearon cantería y cal.
El obispo de la Diócesis de Canarias entre 1913 y 1922, Ángel Marquina y Corrales, uno de los principales impulsores de la declaración de la Virgen del Pino como patrona de dicha diócesis, que aprobó y ratificó en Roma el 16 de abril de 1914 el Papa San Pío X, fue el que determinó la creación de la parroquia de Guatiza en 1915. (…)

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